El desempleo juvenil en España registra una de las tasas más altas de Europa. Empresas, instituciones y organizaciones sociales se enfrentan al desafío de buscar iniciativas que analicen las necesidades reales del mercado de trabajo, que fomenten y promuevan la contratación del talento joven.
En el año 2016 el esfuerzo de todos estos agentes sociales nos motivó para crear estos premios, de la mano del Club de Excelencia en Sostenibilidad. Nuestro propósito es visibilizar la tarea de estas entidades como generadoras de empleo, especialmente el dirigido a los grupos más vulnerables.
Fundación Mahou San Miguel convocó en mayo el IV edición de los Premios al Impulso del Empleo Juvenil.
Cerrado el plazo de recepción de candidaturas.
Reconoceremos las iniciativas más destacadas, a nivel nacional, que realizan empresas y entidades sociales, demostrando un compromiso activo en la creación de oportunidades de fomento del empleo juvenil.
Los interesados pueden inscribirse en cualquiera de las cinco categorías como Mejor Práctica de Empleo Juvenil en: Gran Empresa, Pequeña y Mediana Empresa, Tercer Sector Pequeña Entidad (centros de enseñanza, asociaciones, fundaciones y otro tipo de colectividades sin ánimo de lucro), que recibirá un premio de 10.000€; y Tercer Sector Gran Entidad (fundaciones empresariales o asociaciones sectoriales).
Premiamos los proyectos más innovadores
La III edición del ‘Premio al Impulso del Empleo Juvenil’ se ha centrado en concienciar, tanto al conjunto de la sociedad como al área empresarial, de la conveniencia de este tipo de acciones para incrementar la empleabilidad y para favorecer una mayor conexión entre el ámbito empresarial y el educativo. La entrega de galardones, celebrada en abril de 2019, contó con la presencia de la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, quien destacó cómo estos premios contribuyen “a la noble tarea del impulso al trabajo inclusivo”.
Como novedad, en esta última edición, creamos una nueva categoría para premiar la mejor iniciativa puesta en marcha por startups sociales o de emprendimiento social, cuya finalidad es encontrar nuevas herramientas para el desarrollo del talento juvenil. Se trata de empresas emergentes con un alto componente tecnológico y con grandes posibilidades de crecimiento.
Para su decisión, el jurado valoró la trascendencia de los proyectos y el peso que tienen sobre la generación de trabajo de calidad; su estabilidad y su continuidad en el tiempo; su perfil innovador y su repercusión, así como la posibilidad de replicar la iniciativa en otros ámbitos o sectores. Se ha tomado también en consideración que los proyectos sean sostenibles desde el punto de vista social, económico y ambiental.